La Tinença de Benifassà. Descansar y cargar pilas para arrancar con fuerzas renovadas

Hoy llueve. Esas noches de verano en las que una ligera lluvia ayuda a refrescar el caluroso ambiente. Con fugaces relámpagos que iluminan el horizonte y hacen rugir el silencio.

Hoy recuerdo La Tinença de Benifassà, y con ese recuerdo afloran sensaciones, sentimientos, olores, sabores y momentos. Instantes de hace tan solo unos días, que nunca imaginé que podría vivir y que tantas cosas me enseñaron.

Hoy repaso las fotos de aquél fin de semana, que empezó un jueves con gente totalmente desconocida y terminó un domingo con nuevos y buenos amigos, tan diferentes pero con tantas cosas en común.

Hoy leo posts de algunos compañeros de viaje, como el de Pablo Martín que relata detalladamente el viaje, el de Javi Rodriguez que expone todas las localizaciones, o el de Paco, también llamado Futuro Bloguero, que nos deja todos los datos de contacto de los maravillosos sitios para comer de lujo.

Todo empezó con una llamada de mi amigo Mariano Torres en la que me dijo: “Os invito a ti y a tu familia a pasar unos días en un lugar fantástico de Castellón con una gente muy interesante”. Claro, no le iba a decir que no. “¿Cuándo dices que nos vamos?”

Además nos vino de perlas, puesto que coincidía con el final de una semana de vacaciones, que Laura y yo nos cogimos, para alejarnos un poco del día a día de kuombo y poder resetear la mente, cargar las pilas y aprender a “hacer nada” trabajando mucho, aunque de otra manera.

Que gran oportunidad para hacer cosas diferentes, ver otros puntos de vista, hablar con gente nueva fuera de nuestro entorno y atreverme a descubrir emociones que en otros tiempos no me atreví a vivir.

Y ver disfrutar al pequeño Neo, con tan solo 3 años, trotando por la montaña, cruzando caminos, pisando charcos, subiendo a los árboles y convirtiéndonos en caballeros imaginarios que cuidan de iglesias centenarias en pueblos semi despoblados.

Y bordear con él los ríos en parajes naturales sin igual, descubriendo cuevas de dragones fantásticos, y contarle historias increíbles de leyendas inventadas que le hacen soñar y que todavía hoy recuerda.

Y navegar juntos, por primera vez, con una canoa en un gran embalse, tranquilo, silencioso, inquietante, bello.

Y pasear montados a caballo, como experimentados jinetes, parando al borde del camino para coger cerezas de los árboles.

Ha sido un fin de semana especial, que ha servido no solo para descansar sino para coger fuerzas renovadas y mejor espíritu que nos ayude a seguir dándolo todo en la empresa, por el equipo y por los clientes.

Qué bueno es descansar de vez en cuando, y que fantástico es hacerlo en sitios tan especiales y con gente tan genial.

No solo nunca os olvidaremos si no que muy pronto nos volveremos a ver.

Mil gracias a todos los que nos acompañaron en esta aventura: @espablomartin, @loryBarrios, @viajarcondiego, @futurobloguero, @Mariano_Torres, David Gil (Fredes), Jose J. Giner (Coratxà), @nuriaboneto (Coratxà) y @escapadarural.

Y hasta muy pronto que nos veremos de nuevo en La Tinensa de Benifassa.

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